1/23/2015

Seres mitológicos - Voladores

ARPÍA
Una Arpía es un desagradable y horrible ser, en parte mujer y en parte buitre.
La parte inferior de su cuerpo y las alas son de buitre, y el torso y la cara de mujer, en concreto de una bruja. Su pelo es grueso, duro y enmarañado, como un estropajo, y tiene los dientes podridos. No suelen llevar ropas y siempre están envueltas en un fétido olor. Son seres tan sucios que infectan a otros seres al atacarles con sus garras.
Su lenguaje se basa en una especie de gritos y cacareos muy desagradables. Sin embargo, las arpías pueden entonar, con bastante gracia, un canto mágico capaz de hechizar a quien lo escuche, sobre todo a humanos y semihumanos. Esta canción la usan cuando se ven atrapadas o cuando quieren atraer a viajeros ocasionales hasta su guarida.
Se deleitan molestando a otros seres y animales, sin embargo, son bastante cobardes, sobre todo si se encuentran solas, por lo que suelen huir con frecuencia. A pesar de ello, son muy vengativas y pueden seguir a un enemigo durante kilómetros.
Sus guaridas están situadas en la línea de la costa y son, frecuentemente, cuevas un poco profundas y tan sucias que ningún animal se atreve a acercarse. En ellas guardan algunos tesoros que se mezclan con toda la suciedad.
Estas guaridas albergan a unas diez o doce arpías.
Las arpías pueden colaborar esporádicamente con humanos ejerciendo de espías.

ESFINGE
Una esfinge es un ser con cuerpo de león y cabeza humana ataviada con tocado de los dioses.
En la mitología egipcia la esfinge es una estatua masculina con cuerpo de león, el torso de un hombre y, a veces, con alas. Las cabezas humanas eran representaciones de reyes. Una de las esfinges más admiradas es la que se le atribuye al rey Khaf-Ra. En ella se representa al rey con cuerpo de un león tumbado.
En la mitología griega la esfinge era un demonio que presagiaba mala suerte, muerte y destrucción. Su descripción sigue siendo la de un león alado con torso humano pero, en este caso, se trata de un torso femenino y con cola de serpiente. Esta esfinge se tumbaba en las rocas y lanzaba acertijos a quien pasase por allí. Si el transeúnte no acertaba el acertijo era estrangulado por la esfinge con su cola. El nombre de esfinge viene del griego Sphingo y significa "la estranguladora".

ESTIRGE
Las estirges son seres voladores que succionan sangre para vivir.
Su forma física es parecida a la de un pájaro con alas de murciélago, ojos amarillos similares a los de un insecto y 4 patas medianas con las que se agarra a sus víctimas de manera muy eficiente. Dispone, además, de un enorme y alargado pico con el que succiona la sangre a sus víctimas.
Una vez la estirge ha atacado y ha empezado a succionar es prácticamente imposible separarla del cuerpo de su víctima, excepto matándola.
Drenan unos 2 litros de sangre cada vez que atacan, por lo que cuando terminan de succionar están bastante hinchadas. Las víctimas suelen parecer en ese momento, sobre todo los niños y los seres más pequeños.
No todos los seres son suceptibles de ser atacados por la estirge puesto que algunos como los ogros, gigantes... tienen la piel demasiado dura para el pico de la estirge.
Las estirges tienen muy desarrollados el olfato y la infravisión, lo que les permite detectar rápidamente una víctima potencial a la que drenar, incluso en la oscuridad.
Una vez se han alimentado, duermen durante dos días o más y lo hacen de manera muy parecida a la de sus parientes los murciélagos vampiros, es decir, colgadas boca abajo. Entran entonces en un sueño muy profundo, momento que aprovechan los cazadores de estirges para atacarlas.
Normalmente conviven en colonias que abarcan territorios de hasta 3 kilómetros, pero estas colonias son trasladadas de lugar una vez drenada la región.

GORGONAS
Una gorgona es una mujer guerrera con alas y mirada petrificante.
Se piensa que las gorgonas eran parte de una raza de mujeres guerreras, aunque sólo se conocen tres; Medusa, Esteno y Euríale. Estas hermanas, hijas de las deidades marinas Ceto y Forcis, formaban una de las tríadas más poderosas y antiguas de la mitología conocida. Contaban con poderes mentales, físicos y tenían el don de la curación.
Se sabe que Poseidón y Medusa profanaron el templo de la diosa Atenea y, en castigo, Medusa se convirtió en la única mortal se las tres gorgonas. Además, pasó de ser una joven y bella doncella a tener el aspecto monstruoso de sus hermanas.
Las gorgonas tienen una horrible cabellera formada por serpientes vivas, además, tienen colmillos de jabalí, alas de murciélago y el cuerpo cubierto de escamas de dragón metálico. Sus pies y manos son bastantes parecidos a unas garras.
La mirada de las gorgonas puede convertir en piedra a cualquier ser que las mire, aunque sea por un breve instante. Además, las serpientes de su cabellera pueden morder e inyectar veneno a medio metro de distancia.
La leyenda cuenta que Perseo consiguió matar a Medusa guiado por Atenea, y utilizando su escudo como espejo para evitar convertirse en piedra. La decapitó y de su cuello salió un caballo alado; Pegaso. También se dice que de un lado del cuerpo de Medusa brotó sangre capaz de resucitar a los muertos y del otro un veneno mortal.

LAMASU
El lamasu es un poderoso toro destinado a proteger templos y valiosos objetos sagrados.
Se dice de esta formidable criatura que consigue combinar la fuerza del toro, la libertad del águila y la inteligencia del hombre, ya que posee el cuerpo y los cuernos de un toro gris, las alas de un águila gigante y la cabeza de un ser humano varón.





El Lamasu Asirio
En la antigua civilización asiria ya era conocida la figura del lamasu, en ocasiones representado por un león alado en lugar de un toro. Esto no es de extrañar si se tiene en cuenta que la figura del león reflejaba el poder del soberano.
De hecho, se piensa que el lamasu con cuerpo de león es la versión mesopotámica de la esfinge que, siglos más tarde, la cultura griega rescató en su forma femenina.
En ambos casos, toro o león, este ser estaba considerado un espíritu defensor y sus estatuas se destinaban a custodiar las entradas de templos y palacios reales.

Características del Lamasu
El Lamasu es un verdadero protector contra el mal. Estas criaturas tienen una habilidad especial para detectar el peligro acechando a seres de buen corazón, y no dudan en atacar y enfrentarse a cualquier ser con malvadas intenciones.
Son meditativos, tranquilos y solitarios. Habitan en templos abandonados y alejados de la civilización. Cuentan con una enorme sabiduría amasada durante años. Saben de leyes, orden y diplomacia, y ofrecen sus conocimientos ancestrales a quienes los necesiten.

QUIMERA
La quimera es un ser monstruoso de origen oscuro, híbrido entre un león, un macho cabrío y un dragón.
La parte delantera es la de un león de color tostado y de gran tamaño. La parte posterior es la de un enorme macho cabrío de color negro. Tiene también unas gigantescas alas de dragón, que suelen ser negras o rojas. Tiene 3 cabezas; una de dragón, otra de león y la tercera de macho cabrío.
La quimera puede comunicarse en el lenguaje mágico de los dragones, aunque no se para a hablar con criaturas a las que considera inferiores.
Tiene características de los seres de los que están compuesta. Su hábitat dependerá de la parte dominante de la quimera ya que la parte de dragón tiene preferencia por vivir individualmente, pero su parte de león prefiere las manadas.
Normalmente se alimenta de la carne de los animales que caza pero, en época de escasez, sobrevive gracias a su cabeza de cabra, que puede alimentarse de hierbas en los prados.
Este ser es extremadamente peligroso durante un combate puesto que sus garras de león pueden desgarrar a cualquier hombre de un solo barrido. Puede utilizar también la cabeza y los cuernos de cabra para morder y golpear. Pero es su cabeza de dragón la más temida de las tres, sobre todo cuando lanza un cono de fuego.
Le gusta acumular tesoros, posiblemente por su parte de dragón, sin ningún otro fin que hacer montañas con ellos. Aprovecha las monedas de los hombres, elfos y demás humanoides a los que ataca y mata para formar sus montañas doradas y plateadas.
En la mitología griega, la figura de Quimera es destruida por el héroe Belerofonte cabalgando a lomos del corcel Pegaso. Pegaso consiguió cansar y desesperar a la temida Quimera gracias a su mayor velocidad en el vuelo, lo que permitió a Belerofonte asestarle un golpe mortal con la punta de su lanza.

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