9/06/2017

Las desapariciones del pueblo de Mussara

Hoy en día, es una sombra de lo que fue. Un pueblo abandonado a su suerte, al igual que los moradores de las tumbas que aun allí se encuentran. La lluvia y la húmeda niebla, castigan los troncos de las antiguas vigas de madera, que ahora descansan corroídas y derramadas por el suelo de manera desordenada. El ambiente, también azota a las pocas piedras que a duras penas se sostienen, como recuerdo decadente de lo que antes eran poderosas paredes de casas y de una iglesia. Todo se encuentra sin remedio, invadido por la vegetación invasora. La torre del templo, que sobresale de entre el conjunto de edificios semiderruidos, sostiene una cruz inclinada que le da un aspecto mas amenazante al conjunto.
Con las últimas luces del día, se empiezan a dibujar las sombras sobre el suelo y los edificios. Sus figuras alargadas, anuncian el último momento seguro para alejarse del espectral lugar. Porque la niebla, puede hacer acto de presencia en cualquier momento, manifestándose y desapareciendo de manera tan extrañamente veloz y usurpadora, que uno de estremece aun sin saber su verdadero peligro. Es que antes de ir a ese lugar, debes saber que sin aparente explicación, la gente desaparece misteriosamente en este tétrico lugar.
En 1995, un ingeniero alemán se adentró en su espesura de la bruma y desapareció durante lo que para él habían sido escasos minutos. Sin embargo la realidad, es que se había ausentado durante horas. Pero este hombre tuvo suerte ya que en 1991 está contrastado el hecho de que un grupo de 4 amigos, fueron a la zona a recoger setas. Uno desapareció, nunca más se volvió a saber de él. Cuando la búsqueda de las fuerzas de seguridad cesaron, los amigos atormentados por el sentimiento de responsabilidad por su pérdida, siguieron el rastreo. Los hechos que les sucedieron a continuación, son propios de una película de terror. Se hicieron presentes, ruidos misteriosos de caballos galopando que nunca aparecían o visiones de seres espectrales cubiertos por una túnica, que no respondían a sus voces y que desaparecían al poco tiempo.
No fueron los únicos acontecimientos extraordinarios. Varios han sido los que se han desorientado en esa zona, como le sucedió al ingeniero alemán, para aparecer horas después, cuando para ellos habían transcurrido escasos minutos. Otras personas aseguran haberse esfumado de allí y aparecer a miles de kilómetros de distancia. Tampoco faltaron testimonios que afirman haber visto extrañas luces.
Estos hechos, son explicados por algunas personas que esgrimen que el culpable es una piedra del lugar. Una extraña puerta a otra dimensión. Tras saltarla, te traslada a la villa del seis, un lúgubre lugar en otro espacio tiempo.
Pero décadas atrás, dicho paraje también tuvo otros problemas mucho más mundanos.
El pueblo se deshabitó definitivamente en la década de los 60, porque la gente se cansó de la difícil vida del lugar. ¿Quién no lo haría? El médico más cercano estaba a 40 kilómetros de distancia y para llegar allí lo hacía en burro. No tuvieron carretera hasta 1914 ni escuela hasta 1950, incluso pareció estar olvidado de la mano de Dios, que hasta 1936 no envió un sacerdote para que se asentara definitivamente. Pero eso es insignificante al lado de otras realidades. La severidad de la zona, se ve en su tierra baldía y escasa de agua. Cuando un bandolero llamado Patacons se refugió en sus cercanas montañas para cometer sus fechorías, empujó a los últimos habitantes a la vida más ajetreada pero segura de las ciudades.
Son tantas las leyendas que se cuentan sobre este pueblo, que el ulular del viento y los sonidos de las ramas, son elementos que aumentan el desasosiego que trasmite este sitio, que curiosamente, anuncia muchos hechos paranormales con su niebla.
Muchos tratan de buscar una explicación a todo esto. Algunos la encuentran en un suceso que se produjo hace siglos en una de las muchas guerras civiles que tuvimos en España, que para golpearnos unos a otros, siempre nos pusimos de acuerdo. Entonces estaban en una de las guerras carlistas. Cuando llegaron al lugar los liberales contrarios a la curia, fueron directos en busca de un sacerdote que se ocultaba en la población. Al descubrir contrariados que había muerto días atrás, fueron incapaces de contener su ira y su sed de venganza y ordenaron exhumar el cadáver. El cuerpo putrefacto, fue apoyado en una pared y fusilado sin piedad. Tras aplacar el sentimiento de vendetta, los lugareños les avisaron aterrados, que ese no era el cuerpo del sacerdote, sino el de una bruja que también había fallecido en el mismo periodo. Cuentan que los soldados aterrados, posteriormente fueron víctimas de terribles maldiciones, que profería el fantasma de la bruja las noches de la siniestra población.
A veces la mejor explicación de los enigmas que nos plantea el universo, se explican con hechos inverosímiles, pero sean certeros o no, lo que es innegable es el magnetismo tan especial y tenebroso que desprende este pequeño y precioso pueblo abandonado.

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