9/24/2014

Mothman "El Hombre Polilla"

La primera vez de la que se tiene constancia de la aparición de esa misteriosa figura se dio cuando se plantó en medio de una carretera, frente a una mujer que acompañaba a su padre en West Virginia (Estados Unidos) en 1960 o 1961. Al acercarse, la mujer redujo la marcha de su coche. Los dos atemorizados testigos pudieron ver que la figura era mucho mayor que de un hombre. La conductora del coche explicó lo que sucedió a continuación: " A su espalda se desplegaron unas alas que prácticamente llenaron toda la carretera. Casi parecía un pequeño avión. Entonces despegó rápidamente... desapareciendo de nuestra vista en pocos segundos. Los dos nos quedamos aterrorizados. Pisé el acelerador y me apresuré a alejarme de allí. Hablamos de lo sucedido y decidimos no contarle nada a nadie. ¿Quién iba a creernos?"
Es verdad, ¿quién? Aunque ella no lo supiera, esta mujer fue probablemente la primera persona que vio a un ser alado al que más tarde se apodó el "hombre-polilla" (Mothman), y que a finales de 1966 realizó frecuentes apariciones en una zona de West Virginia llamada Point Pleasant.
Los primeros que vieron al ser fueron dos matrimonios jóvenes, los señores Scarberry y Mallette. El 15 de Noviembre, ya entrada la noche, atravesaban en coche la "zona TNT", donde había una fábrica de explosivos utilizada en tiempo de guerra y ya abandonada. Al pasar ante una antigua central eléctrica, observaron en la oscuridad dos círculos de un color rojo brillante, que parecían ojos. Al moverse los círculos, las dos parejas pudieron ver una figura de forma humana, de una altura entre 1,80 y 2 metros, de color grisáceo y con grandes alas. Se desplazaba caminando sobre dos piernas.
Roger Scarberry, que iba al volante, realizó un brusco movimiento con el coche para alejarse de allí, cosa que hicieron a considerable velocidad. Sin embargo, pudieron ver  a la criatura, o a otro ser similar, de pie junto a la carretera; al pasar ellos, la criatura desplegó sus alas de murciélago e inició su persecución. Aunque aceleraron hasta alcanzar los 160 km/h, el "ave" se mantuvo a su altura... sin batir las alas. La señora Mallette lo oyó chillar "como un gran ratón". Cuando explicaron su experiencia en la oficina del sheriff, éste pudo comprobar que estaban aterrorizados y les acompañó hasta la zona TNT, pero no vieron ningún hecho extraño.
Esta historia fue objeto de publicidad, y Point Pleasant se convirtió inmediatamente en foco de atención para los cazadores de monstruos. Hombres armados registraron la zona TNT, pero no encontraron a su presa. Sin embargo, el hombre-polilla seguía merodeando por allí, ya que el 16 de Noviembre, al atardecer, se apareció a la señora Macella Bennett, que se disponía a visitar a unos amigos que vivían en la zona. Estaba sentada en su coche estacionado cuando advirtió la presencia de una figura en la semioscuridad. "Le pareció como si hubiese estado tendido en el suelo. Se levantó lentamente. Era una cosa enorme y gris. Mayor que un hombre. Con unos terribles ojos resplandecientes y rojos". Al igual que las dos parejas la noche anterior, la señora Bennett se sintió hipnotizada por los rojos ojos del hombre-polilla. Mientras ella lo miraba, un amigo la cogió, junto con su hija de corta edad, y la arrastró hacia su casa.
Durante los días siguientes, numerosas personas vieron al hombre-polilla..., o creyeron haberlo visto. Nunca sabremos cuántas de estas visiones fueron causadas por el "contagio" de las historias publicadas por la prensa. El escritor John Keel se trasladó a la zona de Point Pleasant para investigar por su cuenta y, entre las diversas informaciones que reunió, estableció que el hombre-polilla medía entre 1,50 y 2 metros de altura, que era de color gris o pardo, y con forma humana pero sin brazos ni cabeza. Tenía unos ojos rojos, brillantes y luminosos, allí donde se encuentran los hombros de una persona normal. Las alas se plegaban hacia atrás, y su envergadura era de unos 3 metros. La mayoría de estas visiones tuvieron lugar en Noviembre y Diciembre de 1966, y seguidamente el hombre-polilla desapareció.
Pero dicen que el hombre-polilla no desapareció para siempre, sino que está inmerso en un sueño del que muy pronto podría despertar.

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