4/24/2017

Una noche para no olvidar

Era una noche de verano, calurosa como es normal en esas fechas en Córdoba.
Los protagonistas de esta historia son 4 amigos, los cuales os paso a presentar:
Víctor, un chico divertido, con un carácter un poco variable, Paola, la más joven del grupo, divertida y siempre dispuesta a casi todo, Rebeca, prima de Víctor a la cual le encantan los temas paranormales pero a la vez muy asustadiza y por último pero no menos importante Isa, siempre sonriente y una enamorada del tema paranormal.

Una mañana a Víctor se le ocurrió la maravillosa idea de llamar a las chicas para proponerles algo, la primera en recibir su llamada fue Paola:
- BUENOS DÍAS PAOLA, HE ESTADO PENSANDO QUE POR QUÉ NO QUEDAMOS CON LAS CHICAS Y PASAMOS UNA TARDE DIVERTIDA...
- ME PARECE GENIAL, PERO ¿A QUÉ LLAMAS TÚ UNA TARDE DIVERTIDA?- contestó Paola con voz de sospecha porque conocía a Víctor perfectamente y con él nunca se sabía que podía tener en su cabeza-.
-PUES HE PENSADO EN QUEDAR EN CASA, ORGANIZAR UNA MERIENDA Y YA DE PASO OS ENSEÑO ALGO QUE HE COMPRADO POR INTERNET. -Dijo Víctor con voz suave pero al mismo tiempo con un tono jocoso-.
-VALE, ME PARECE GENIAL, ¿TE ENCARGAS TÚ DE LLAMAR A LAS CHICAS?
-SÍ, YO LAS LLAMO, PERO NOS VEMOS EN MI CASA A LAS 20:00 HORAS.
Tras despedirse Víctor llamó a Rebeca e Isa y les comunicó el plan que tenía para esa tarde.
Llegó la hora acordada para verse en casa de Víctor, la primera en llegar fue Isa, a los pocos minutos y a la vez llegaron Rebeca y Paola.
Pasaron la tarde disfrutando de una rica merienda que Víctor les preparó, cuando ya terminaron de merendar, Víctor se puso de pie y mirando a sus tres amigas les dijo:
-BUENO CHICAS, HA LLEGADO EL MOMENTO DE ENSEÑAROS LO QUE HE COMPRADO EN INTERNET, PERO ANTES DE MOSTRÁROSLO OS TENGO QUE DECIR QUE ES ALGO MUY ESPECIAL.
Las chicas se miraron unas a las otras y Rebeca ansiosa por saber lo que era dijo:
-¡VENGA YA VÍCTOR, MUÉSTRANOS LO QUE ES Y DÉJATE DE TONTERÍAS!
Víctor con media sonrisa en su boca y con tono muy misterioso les dijo a las 3 chicas que estaban sentadas en el sofá nerviosas y ansiosas por saber que es lo que Víctor había comprado por internet:
-VALE, VALE, PERO HAY QUE ESPERAR UNOS MINUTOS, PORQUE NO LO PUEDO SACAR HASTA QUE HAYA ANOCHECIDO.
Tras esperar unos 40 minutos los cuales a las chicas se les hicieron eternos, Víctor se levantó sin mediar palabra y salió del salón camino a su habitación. Pasados un par de minutos, entra en el salón con una gran caja de cartón y la puso en la mesita de café que había justo delante del sofá.
Víctor colocó sus dos manos sobre las cajas y mirando a las chicas - esta vez con rostro muy serio - les dijo:
-UNA VEZ QUE ABRA LA CAJA Y SAQUE LO QUE HAY DENTRO, NO PODRÉIS IROS HASTA QUE ÉL LO DECIDA.
-¿ÉL? ¿A QUÉ TE REFIERES CON ÉL? - Preguntó Isa al no entender por qué Victor decía eso - .
Víctor sin mediar palabra abrió la gran caja de cartón y sacó un cofre de madera con un candado que al igual que la caja parecía muy antiguo. Rebeca al ver ese cofre quiso tocarlo cuando de repente Víctor le agarró la mano y con un grito dijo:
-¡¡NO LO TOQUES, TAN SOLO LO PUEDO TOCAR YO!!
Las chicas no entendían nada de lo que estaba pasando.
Víctor cogió una pequeña bolsa de terciopelo negro, atado con una cuerda dorada. Quitó muy despacio la cuerda que ataba aquella extraña bolsa y sacó de su interior una llave al igual que el cofre y el candado, muy antigua. Introdujo la llave en el candado muy despacio, y antes de girar la llave preguntó a las chicas:
-¿ESTÁIS PREPARADAS? RECORDAD QUE NO PODÉIS MARCHAROS HASTA QUE ÉL LO DIGA.
-¡SIIIIIIIIIII! - contestaron las chicas casi al unísono -.
Víctor giró la llave, y al momento de girarla se abrió una de las ventanas del salón dejando entrar una fuerte brisa fría, muy inapropiada para las fechas que están. - Recordad que es Verano -.
El candado se abrió, Victor cogió el candado y lo puso encima de la mesa, puso sus manos sobre la tapa del cofre y se dispuso a abrirlo. El corazón tanto de las chicas como de Víctor cada vez latía más deprisa. Abrió el cofre por completo y las chicas se inclinaron con cierto temor para ver lo que había en el misterioso cofre. Cuando de repente Rebeca miró a Víctor y dijo muy indignada:
-¡¡JODER VÍCTOR, ERES UN CAPULLO, NOS HAS ESTADO TOMANDO EL PELO TODO EL TIEMPO. AHÍ NO HAY ABSOLUTAMENTE NADA!!
- PERO A MI ME DIJERON QUE ERA UN COFRE ENCANTADO Y QUE DENTRO HABÍA ALGO TERRORÍFICO. - Dijo Víctor con cierta decepción -.
Isa muy indignada a la vez que cabreada se levantó sin mediar palabra y se dirigió a la puerta de la casa, justo cuando abrió la puerta, una fuerza invisible la lanzó por los aires cayendo de espaldas al suelo e inconsciente.
Paola, Rebeca y Víctor fueron corriendo para ver como estaba Isa. La chica estaba inconsciente, no reaccionaba por mucho que sus amigos la llamaban y daban pequeñas cachetadas para que despertara.
-VÍCTOR VE Y TRAE UN POCO DE AGUA, Y TÚ, PAOLA, VE AL BAÑO Y TRAE UNA TOALLA. - dijo Rebeca muy angustiada al ver que su amiga no reaccionaba -.
Los chicos hicieron lo que Rebeca les había mandado son rechistar y se quedó junto a Isa. De repente Isa abrió los ojos, pero sus ojos ya no eran como siempre, eran totalmente blancos, Rebeca al ver eso dio un salto para atrás pero no dejaba de mirar a su amiga allí tumbada.
Isa se levantó del suelo y giró la cabeza hacia donde estaba su amiga, se acercó muy poco a poco a ella pero Rebeca observó que no andaba, estaba FLOTANDO. Cuando Isa estaba a pocos centímetros de su cara, abrió la boca y de ella salieron miles de moscas negras, tan negras como la noche más oscura. Rebeca dio un grito tan fuerte como si no hubiera un mañana, (y en realidad así era).
Víctor y Paola al escuchar el grito de Rebeca, fueron corriendo a donde se encontraba Rebeca, cual fue su sorpresa que al llegar observaron que Isa ya no estaba y Rebeca estaba sentada de espalda a ellos mirando a la pared. Paola se acercó muy despacio y cuando estaba junto a ella le puso la mano en su hombro y acto y seguido Rebeca cayó de espaldas... Paola gritó, gritó y gritó al ver el rostro de Rebeca, Víctor se acercó y no podía creer lo que estaba viendo... Rebeca, esa chica rubia, de ojos brillantes y bonita sonrisa, ya no era tal... Su rostro estaba ensangrentado, sus brillantes ojos ya no estaban, y su boca estaba totalmente sellada, como si se la hubiesen cosido. Victor y Paola fueron corriendo hacia la cocina ya que allí había una puerta por la que podrían salir de la casa, pero al llegar a la cocina allí estaba Isa, de cuclillas encima de la encimera de la cocina, con aquellos ojos blancos y una sonrisa totalmente diabólica, Víctor salió corriendo dejando allí a Paola, la chica cuando se dio la vuelta para seguir a su amigo, no pudo hacerlo, la puerta de la cocina se cerró con un fuerte portazo, dejándola allí atrapada con Isa, (o lo que fuera aquello).
Paola se sentó en el suelo, metiendo su cabeza entre las rodillas y no podía dejar de llorar y rezar todo aquello que se le venía a la cabeza. Cuando hubo un momento en el que levantó la cabeza poco a poco, con miedo, con terror, pero cuando alcanzó a mirar donde se estaba Isa, observó que ya no estaba, allí no había nadie. Paola creyendo que estaba a salvo, miró la puerta trasera de la cocina y pensó que podía salir corriendo y escapar de allí. Cuando se puso de pie para llevar a cabo su escapada, sintió como un pequeño alarido arriba de su cabeza... Miró muy lentamente hacia el techo y allí estaba Isa, colgada del techo con la cabeza abajo y con la misma sonrisa diabólica de antes. Paola se quedó petrificada, no podía moverse, de repente Isa se abalanzó hacia ella y con una sola mano la hundió en su pecho arrancándole el corazón. Víctor se escondió en el armario de su habitación, lloraba, rezaba, y no podía dejarlo de hacer. De repente escuchó como alguien entraba en la habitación, los pasos eran firmes pero lentos, la puerta del armario era como las que salen en las películas, aquellas con pequeñas rendijas de madera. Víctor se tapó la boca para que ni su respirar se escuchara, de pronto notó como algo caía en sus pies, muy lentamente bajó su mano y tocó algo gelatinoso, blando, escurridizo... buscó una pequeña linterna que sabía que había en el armario, cuando la encontró pensó muy seriamente, si mirar lo que había caído a sus pies y había tocado o no hacerlo. El chico se armó de valor y con miedo alumbró hacia sus pies, no podía dar crédito a lo que estaba viendo, su corazón casi se le para y no pudo evitar dar el grito más fuerte que ha dado jamás. Allí en sus pies estaban los ojos de Rebeca y el corazón de Paola, cuando se dispuso a salir del armario notó como algo lo cogía del pie, miró y allí en la penumbra del armario, estaba Isa, lo arrastró hasta el fondo y empezó a descuartizarlo mientras esta vez no era una sonrisa que dibujaba su cara, sino que lo hacía mientras daba fuertes y espeluznantes carcajadas.
Los vecinos al oír los gritos llamaron a la policía, cuando se personificaron en la vivienda había sangre y vísceras por todos lados, aquello en vez de una casa parecía un matadero. Los vecinos les dijeron a la policía que habían cuatro personas, pero la policía registró palmo a palmo la casa pero solo había 3 cadáveres... Nunca encontraron a la tercera persona que en este caso se trataba de Isa...
¿Qué pasó en aquella casa? ¿Qué le ocurrió a Isa? ¿Qué había en aquel cofre? Son preguntas que como otras muchas quedan sin resolver... También se dice que Isa deambula en las noches por las calles más oscuras y solitarias de Córdoba en busca de nuevas víctimas, su sed de sangre nunca quedará saciada.

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