Como toda ciudad antigua, la capital de España está llena de fantasmas que pululan por las antiguas construcciones. Sin embargo, de entre todas las construcciones madrileñas hay algunas cuya fama destaca por encima de las demás; aunque claro, es una fama espectral...
PALACIO REAL
Cuenta la superstición que, antiguamente, los terrenos situados entre la cuesta de San Vicente y San Francisco el Grande estaban habitados por brujas, duendes y fantasmas, que empezaron a manifestarse durante el reinado de Alfonso VI y la construcción del antiguo Alcázar por haber visto perturbada su paz. El suceso más importante acaeció en la Nochebuena de 1734, cuando el edificio se incendió. Aún así, Felipe V encargó en 1735 erigir el palacio "más grandioso del mundo", según sus propias palabras, sobre las cenizas del Alcázar. Los arquitectos fueron Filippo Juvara, Juan Bautista Sachetti y Ventura Rodríguez.
Al finalizar las obras, y para que el arquitecto no pudiese construir otro palacio igual, Felipe V ordenó que le sacaran los ojos y le cortaran los brazos y la lengua. Cuenta la leyenda que una de las cabezas que adorna el frontispicio del Palacio representa al arquitecto y que algunas noches se oyen voces y ruidos en salas cerradas, provocados por él.
IGLESIA DE SAN GINÉS
Un fantasma sin cabeza que habla es el protagonista del misterio de uno de los templos más antiguos de Madrid construido entre los siglos XII y XIII.
En 1353, unos ladrones saquearon la iglesia y cortaron la cabeza a un anciano que se encontraba allí. Semanas después, una sombra sin testa apareció en la puerta del templo al caer el sol. Era el ánima del hombre asesinado, que había vuelto a la tierra para revelar quiénes le asesinaron. Con el tiempo este fantasma desapareció.
CASA DE AMÉRICA (PALACIO DE LINARES)
El Palacio fue encargado en 1873 por los marqueses de Linares al arquitecto municipal Carlos Colubí e inaugurado en 1900. Para entonces, el edificio ya estaba maldito.
El marqués José de Murga había contraído matrimonio con una joven de condición humilde, Raimunda de Osorio sin que nadie pudiera impedírselo, ya que el único opositor al matrimonio, Mateo de Murga (padre de José), había muerto, llevándose a la tumba un secreto que destrozó a la pareja: José y Raimunda eran hermanastros.
A partir de este momento, la historia deja paso a la leyenda y se dice que como fruto de esta unión nació Raimundita, que fue asesinada al nacer.
En Mayo de 1990, el Palacio entra en obras. A partir de ese momento, los obreros y guardas jurados afirman oír ruidos, pisadas y voces de ultratumba que dicen: "Yo tuve una hija", "Mi hija Raimunda... Nunca oí decir mamá", y que fueron atribuidas a Raimunda de Osorio. A continuación, responde la voz de Raimundita: "Mamá... Yo no tengo mamá". Por último, replica el marqués: "¡Fuera... No, aquí no!". En la actualidad, la Casa de América fomenta la cultura iberoamericana.
CASA DE LA PLAZA MAYOR
El hecho de que, hasta 1765, fuera el lugar principal de las ejecuciones públicas de la inquisición, hizo que surgieran multitud de rumores en toda la villa sobre la existencia de fantasmas en las casas de los alrededores. Estos fueron avivados por los propios vecinos de la zona, que aseguraban que todas las noches se podían oír los gritos de los ejecutados.
Posteriormente, sirvió de coso taurino. La plaza fue construida ente 1617 y 1619 por Juan Gómez de Mora, bajo las órdenes de Felipe III. En 1790, tras sufrir un incendio, fue restaurada por Juan Villanueva.
MINISTERIO DE CULTURA
No hay casa más misteriosa en Madrid que la llamada Casa de las Siete Chimeneas (hoy, sede del Ministerio de Cultura), ya que bajo su techo rondan dos leyendas en las que el único protagonista es el amor.
Este edificio, levantado en 1577 se cree que por Juan Herrera (aunque otras versiones apuntan como arquitecto a Andrés Lurano), sirvió como niño de amor al capitán Zapata y a su esposa Elena, hija de un caballero a las órdenes del rey. Su felicidad fue fugaz: al poco tiempo de contraer matrimonio, Zapata cae en la guerra de Flandes. Después, Elena aparece muerta en su dormitorio (jamás se esclarecieron las causas de su muerte) y su cadáver se esfuma. En los mentideros de la Corte no se habla de otra cosa y todo el pueblo asegura haber visto el fantasma de una mujer caminando entre las siete chimeneas que coronan el tejado de este palacete. Después de recorrer todo el alero se arrodilla, se da golpes en el pecho y desaparece.
Pasados los años, esta casa sería el hogar de un viejo acaudalado y su joven esposa de conveniencia, pero la relación se truncó cuando la misma noche de bodas la joven se quitó la vida. A partir de entonces, se dice que todas las noches su fantasma pasea por el sótano de la casa, tintineando unas monedas que el propio rey le regaló como arras para su desposorio; y es que esta mujer también fue amante de Felipe II.
MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES
Lo que hoy es la sede central del Ministerio de Exteriores fue construida como Cárcel de la Corte en 1629 por Juan Bautista Crescenti. A lo largo de su historia, el pueblo criticó la situación inhumana de los calabozos y los tormentos que se infligían a los presos. No se hizo nada hasta 1831, año en que éstos fueron trasladados al antiguo Saladero de Tocino porque habían contraído una peligrosa epidemia y se temía que se extendiera fuera de las rejas. Aun así, los vecinos de la antigua cárcel aseguraron durante siglos que se oían gritos desgarradores. La leyenda cuenta que eran espíritus de carceleros y de quienes murieron tras ser torturados.
MUSEO DE ARTE MODERNO REINA SOFIA
Decenas de hechos paranormales denunciados por los funcionarios del Museo han hecho que sea uno de los lugares más misteriosos de Madrid. Su historia comienza a finales del siglo XVIII, cuando es construido por José Hermosilla y Francisco Sabatini para asumir las funciones de Hospital General. En aquel lugar murieron miles de personas que sueron enterradas en su subsuelo. Así, empezaron a surgir multitud de historias sobre el Hospital: todas las noches, los espíritus de los fallecidos invitaban a los enfermos a formar parte de una legión de almas errantes.
En 1992 se instaló allí el Guernica, de Picasso. A partir de entonces, los funcionarios del museo aseguraban oír ruidos extraños, alarmas que se disparan... Técnicos en parapsicología afirman que los hechos eran provocados por el ánima del artista. Otros, que se trataba de la de un sacerdote que murió allí torturado en la Guerra Civil.
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