Los castillos embrujados son un buen lugar para los amantes de lo paranormal y lo desconocido. Así que todos los adictos al miedo que quieran poner a prueba su valor en la noche o el día. Pueden visitar uno de estos 5 emblemas del terror.
Esta fortaleza situada en el centro de la ciudad esconde 2 fantasmas. El primero de ellos es el espectro del gaitero solitario, un músico de la ciudad al que los guardas del castillo ordenaron entrar en los pasadizos que acababan de descubrir para ver hasta dónde llegaban. Según la leyenda, una vez dentro nunca más salió. Son muchos quienes aseguran escuchar el sonido de una gaita simulando un lamento, por lo que cuando se visita el castillo hay que prestar atención.
Otro fantasma que habita en el Castillo de Edimburgo es el famoso tamborilero sin cabeza. Durante la guerra, los niños solían avisar de que se entraba en combate con un tambor, con tan mala suerte que uno murió de un cañonazo en la cabeza. Se dice que, desde entonces su espíritu vaga por sus pasillos...
Junto al río Támesis se encuentra uno de los lugares más famosos de Inglaterra: La Torre de Londres. Guillermo I inició la construcción de un edificio que durante su larga trayectoria sería prisión, residencia de la realeza, armería y cámara del tesoro de las joyas de la corona. Es tan vasta la historia de este lugar que no es de extrañar que sea uno de los que más fantasmas tiene, aunque si hay que destacar un espíritu sobre los demás este es el de Ana Bolena.
La segunda esposa de Enrique VIII fue decapitada en la Torre de Londres y desde entonces su fantasma sin cabeza se pasea por allí, a veces sola y otras veces encabezando una procesión hacia la capilla. Otros fantasmas ilustres que esconden sus muros son el rey Enrique VI, que fue apuñalado en la capilla de la Torre Wakefield; y el príncipe Eduardo V y su hermano el duque de York, hijos de Eduardo IV, encerrados en la torre por su tío Ricardo III, que desaparecieron sin dejar rastro.
Uno de los palacios más importantes del mundo también alberga fantasmas, concretamente, el de María Antonieta y su corte. Al parecer, tras ser guillotinada en la plaza de la Concordia, el espíritu de la reina se trasladó hasta Petit Trianon, un palacio edificado dentro de Versalles que María Antonieta ocupó en vida.
Algunos visitantes aseguran haberla visto, además de otros personajes como una joven que dibuja. Esta actividad paranormal suele ir acompañada de sonidos tétricos y luces y destellos que aparecen y desaparecen.
Vlad Tepes fue el personaje en el que se basó Bran Stoker para crear al conde Drácula. Y aunque el autor no pisó nunca Rumanía, el Castillo de Bran es considerado el castillo de Drácula gracias al parecido que tiene con el que se describe en la obra. No obstante, la historia del castillo es otra, pues la fortaleza fue la residencia de verano de la Reina María y su corazón descansa actualmente entre sus muros.
El edificio, que se cree que fue embrujado por la soberana, está lleno de pasadizos y cuevas que pueden investigar los cientos de asistentes que acuden a la fiesta de Halloween que se celebra cada año. Como recomendación, desde Musement avisan a los visitantes de que no se les ocurra subir a la torre más alta del castillo, pues se dice que si lo haces en una noche de luna llena el fantasma de la Reina María te lanzará al vacío.
Se cree que esta fortaleza ubicada en Darmstadt fue una de las fuentes de inspiración de Mary Shelley para escribir su obra más famosa: Frankestein. Al parecer el castillo, construido en el siglo XIII, está habitado por el fantasma de Johann Konrad Dippel, médico y alquimista que se dedicaba a robar cadáveres con el objetivo de resucitarlos gracias a un elixir inmortal que fabricaba con partes de los cuerpos que robaba.
El mejor momento para encontrarse con este espíritu es entre Navidad y Año Nuevo, pues se dice que en estas fechas suele estar sentado en el tejado de la capilla.
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