Una de las teorías que mueve a la humanidad es la existencia de vida fuera de la Tierra. Este tema siempre da lugar a varias discusiones y teorías que se dividen entre los escépticos y los que creen que hay algo ahí fuera.
El 27 de marzo de 2017, el sitio web "Mail Online" publicó un artículo sobre uno de los temas que impulsan las teorías de conspiración que involucran extraterrestres: el satélite Black Knight. Con un titular que decía: "Un satélite alienígena creado hace más de 12.000 años para espiar a los humanos, fue derribado por soldados de élite Illuminati, afirman los cazadores de ovnis".
Como resultado, toda la teoría de la conspiración que rodea la existencia del "Caballero Negro" ha resurgido y ha sido objeto de extensas discusiones dentro y fuera de la comunidad especializada en el estudio de los objetos voladores no identificados.
La comunidad OVNI cree que el satélite extraterrestre existe desde hace más de 120 años. Según ellos, el "Caballero Negro" está en la órbita casi polar de la Tierra, aunque utilizan pruebas dispares para probarlo. Sin embargo, estas supuestas evidencias, juntas, hacen que la gente sospeche de posibles encubrimientos de la NASA y el gobierno estadounidense.
Muchos de los descubrimientos asociados con la teoría del Caballero Negro están relacionados con señales de radio. Sin embargo, una serie de imágenes que surgieron en 1998, después de la primera misión del Transbordador Espacial a la Estación Espacial Internacional (ISS), aportaron una nueva perspectiva a las discusiones.
Algunas de las imágenes publicadas mostraban un objeto negro flotando sobre la Tierra. No pasó mucho tiempo para que los entusiastas crearan varias teorías nuevas y las compartieran con el mundo.
Como explicación, el astronauta Jerry Rosso señaló que la ISS se estaba construyendo cuando se tomaron las imágenes. El equipo de EUA, dijo, que estaba adjuntando un módulo de eje creado por los rusos y, como parte de ese trabajo, tomaron 4 capas térmicas. La tarea consistía en envolverlos alrededor de 4 de esos ejes. Esto serviría para evitar la pérdida de calor del metal expuesto.
Desafortunadamente, durante uno de las misiones, las cosas salieron mal y una de las mantas se soltó, provocando que flotara junto con algunos otros artículos. "Jerry, una de las cubiertas térmicas se ha escapado", dijo el comandante Robert Cabana, uno de los astronautas de la misión.
Después de ser capturado por la cámara, este objeto recibió el número de identificación 025570 por NASA y, unos días después, cayó en la Tierra y cuando entró en la atmósfera, se quemó. Lejos de ser un objeto extraterrestre, el objeto negro que flotaba en el espacio era solo una especie de manta.
En 1899, Nikola Tesla, en medio de unos experimentos, comenzó a captar señales muy extrañas, aparentemente del espacio. El ingeniero eléctrico serbio-estadounidense enamorado de la tecnología inalámbrica recién comenzaba a construir una estación de transmisión inalámbrica experimental llamada Wardenclyffe Tower en Shorenham, Nueva York. Mientras en su laboratorio, advirtió signos inusuales y especuló que provenían de otro planeta, declaración que recibió con incredulidad y escepticismo en ese momento.
Utilizando este descubrimiento de Tesla, quienes creen en la teoría del Caballero Negro comenzaron a atribuirle la señal capturada al satélite. Sin embargo, Varoujan Gorjian, un científico del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, declaró que las señales que Tesla recogió eran reales, pero que provenían de la Tierra.
"La primera fuente de ondas de radio no terrestres se descubrió en la década de 1930, y provenía del centro de nuestra galaxia, que es la fuente de radio más poderosa del cielo en muchas frecuencias. So lo que Tesla detectó fue una señal real y no una interferencia de su instrumento, probablemente provino de la Tierra", dijo.
Incluso con alguna evidencia que refuta la existencia de una satélite de origen extraterrestre mirando a la Tierra, muchos todavía creen en su existencia.
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