Una familia acababa de mudarse a una nueva casa cerca del bosque. Es una casa más grande, en un pueblecito tranquilo, los niños tienen sitio para jugar y los padres están tranquilos... Todos estaban muy agusto en su nuevo hogar. El padre trabajaba y debía ausentarse de casa una semana de cada dos por motivos laborales.
Una noche, mientras la madre leía en el salón, el hijo mayor no estaba en casa, pero la hija más pequeña ya dormía. Cuando Carlos, el hijo mayor, volvió a casa le comentó a su madre algo que le tenía preocupado de hace días. Y es que llevaba días observando a Caterina, su hermana pequeña, mientras dormía y ésta actuaba de forma extraña por la noche desde que se habían mudado a la nueva casa.
La pequeña hablaba durante su sueño y estaba muy agitada y nerviosa. Su madre no había observado nada, pero dijo que empezaría a hacerlo a partir de ese momento. Cuando Carlos se marchaba a la cama, pasó delante de la habitación de su hermana para echar una ojeada, y la vio sentada en la ventana mirando fuera. Enseguida bajó a advertir a su madre. Subieron los dos y al verla su madre pensó que probablemente la niña era sonámbula. La volvió a poner en la cama.
Pero la historia se repitió noche tras noche, y la pequeña niña llegaba incluso a salir fuera de la casa para jugar en la parte trasera, en el patio.
La madre cada vez estaba más inquieta a causa de su comportamiento y decidió hablarlo con su marido a su vuelta. Ambos decidieron llevarla al psiquiatra y que la tratase. Pero la niña continuaba yendo al patio trasero, a intentar hacer agujeros en el suelo con su pala. Cavaba, cavaba... siempre cavaba sin cesar. Y siempre en el mismo sitio. Los padres llegaron a preguntarle a la niña dormida porqué hacía eso. La niña respondía que alguien le pedía ayuda.
Tras varias semanas viendo a su hija cavar diciendo que oía que la llamaban voces pidiendo ayuda, la familia no pudieron más y decidieron cavar ellos en el punto donde lo hacía la niña. Cavaban más y más profundo, intentando encontrar una solución. Y la encontraron. En el punto donde la niña cavaba encontraron la solución al porqué Caterina actuaba así. ¡Encontraron el esqueleto de una niña!
Escandalizados, llamaron a profesionales para hacer una búsqueda y supieron que hacía dos años atrás desapareció una niña en el pueblo. La buscaron durante mucho tiempo pero nunca la encontraron. De una sola vez se habían resuelto ambos interrogantes.
Fuente: http://historias-miedo.webmisterio.com
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