3/03/2020

Misterios en el Panteón de Belén (México)

Uno de los sitios emblemáticos y místicos de la ciudad abre sus puertas y nos cuenta 4 de sus leyendas más populares.
Reconocido por su gran historia en Guadalajara al ser uno de los primeros panteones de todo Jalisco, inaugurado en 1848 y clausurado en 1986 por que superó su capacidad, el Panteón de Belén cuenta con mucho más misterio entre sus entrañas y paredes que el que se conoce por fuera, es sinónimo e mitos, leyendas y terror.
El Panteón de Belén forma parte de los lugares característicos de la Perla Tapatía y un lugar que engloba más curiosidad debido a los relatos que se cuentan y de evidencias que pasaron en su interior. Aquí te presento 4 de las leyendas que se suscitaron en este emblemático lugar y que hasta ahora se siguen contando de generación en generación.

AL FIN JUNTOS

Se cuenta que la pareja de enamorados que inspira esta leyenda fue separada en vida, cuando no les fue posible casarse por lo que sellaron su amor después de la trágica muerte de ambos.
Corría el año de 1850 cuando José María Castaños joven de familia acaudalada caminaba por las calles de Guadalajara del brazo de su novia Andrea por desgracia la única riqueza de la joven era su belleza, estaban tan enamorados el uno del otro que solo podían pensar en pasar el resto de sus vidas juntos.
Para infortunio de la pareja, la madre de José no soportaba la idea de integrar a una mujer de clase humilde como lo era Andrea a su familia, el desprecio de la madre por la joven fue tal que se llegó a intentar sobornar a los padres de Andrea para que la convencieran de terminar su relación, la familia ofendida decidió que tampoco aprobarían la unión.
Las intrigas entre las familias fueron tales que la pareja no podía verse o hablarse, por lo que los enamorados cayeron en tanta desesperación que convinieron en morir juntos, así podrían permanecer de esa manera en el más allá.
Los padres de los jóvenes encontraron sus cadáveres a las afueras del Hotel Aránzazu, fue entonces que comprendieron el daño que les habían hecho, por ello, los enterraron juntos en el Panteón de Belén, se dice que la madre de José estaba tan triste por la pérdida, de la cual se sentía totalmente responsable, que ella misma hizo una guirnalda de flores naturales y la entrelazó en las dos cruces colocadas en la tumba de la pareja, la guirnalda se convirtió en piedra hecho que la madre consideró como el perdón de la pareja más no el de Dios.

CONSULTORIO MÉDICO

En los nichos del Panteón de Belén se encuentra localizada uno de los epitafios más detallados y mejor conservado del recinto, pertenece al doctor José G. Castro, quien murió a los 29 años de edad.
Se dice que tras la muerte del joven sus pacientes comenzaron a acudir al cementerio primero para ofrecer las condolencias de rigor y después a "consulta" con el médico que se había dedicado a sanarlos en vida.
Días, semanas, meses e incluso años después de su deceso, la tumba siguió recibiendo a enfermos convencidos de recibir auxilio del doctor incluso desde "el más allá".
Según la leyenda del consultorio, toda persona que acuda al nicho de José Castro en punto de las 12 horas del día, le rece una oración y haga petición por la salud de una persona enferma, éste le dará la sanación.
Más de 150 años después del fallecimiento del galeno su nicho sigue recibiendo visita, ofrendas y sobre todo agradecimientos por la ayuda recibida.

NACHITO, EL NIÑO QUE TEMÍA A LA OSCURIDAD

Ignacio Torres Altamirano era un niño tapatío que nació con un descomunal miedo a la oscuridad, que iba más allá de lo que cualquier otro niño podría presentar.
Era tal su pavor a la noche, que sus padres debían dejar las luces encendidas de su cuarto para que lograra conciliar el sueño, de lo contrario permanecía toda la noche gritando y llorando.
Una noche la luz del cuarto de Ignacio permaneció apagada, unos dicen que pos descuido de sus padres y otros que de una niñera, el hecho fue que se encontró su cuerpo ya difunto en la penumbra. El niño fue enterrado en el Panteón de Belén, en Guadalajara Jalisco.
Al día siguiente del entierro, los cuidadores encontraron el cuerpo encima de la loza de la tumba, como s lo hubieran sacado, por lo que debieron volver a enterrarlo.
El hecho se repitió cada día, hasta que sus padres y autoridades del panteón, decidieron dejar el ataúd por fuera e iluminado, sabiendo el terror que le causaba la oscuridad a Nachito. Una vez tomadas estas medidas, no se volvió a presentar ningún suceso similar.
Al ser una de las leyendas más famosas del icónico panteón, los visitantes suelen dejar juguetes y caramelos como ofrenda al difunto niño.

EL ÁRBOL DEL VAMPIRO

La historia cuenta que a la Guadalajara colonial llegó Don JOrge, un hombre muy rico de Europa, quien todas las noches salía vestido de negro y con una actitud misteriosa.
Cada vez que salía de su casa misteriosamente aparecían animales muertos, pronto, éstas muertes comenzaron a ser de humanos. La gente asustada decidió salir en busca del causante, cerca del Panteón de Belén, escucharon gritos... Era Don Jorge atacando con la boca el cuello de un hombre.
La gente lo persiguió, pero él logró huir por lo que el cura de Guadalajara lo fue a buscar a su hacienda para hacerle un exorcismo. Alguien le clavó una estaca en el pecho y antes de morir, el Vampiro juró vengarse de todos.
Tras su muerte fue enterrado en el mismo Panteón de Belén y ahí sucedió lo extraño, un árbol empezó a crecer justo encima de la lápida de Don Jorge, misma que se rompió.
La leyenda dice que el día que el árbol sea derrumbado o que las raíces rompan por completo la lápida, Don Jorge, el vampiro, regresará a llevar a cabo su venganza.

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